Más que un tatuador —aunque sea su actividad principal— Juan Manuel Sancho es artista. Expone en galerías, ilustró un libro en braille, compone canciones, dibuja sobre papel, lienzo, madera y, si hay permiso, pieles. Dice que su búsqueda es desarrollar mundos imaginarios para replicar en imágenes. Por eso, indaga en la literatura y lee, dibuja, piensa, busca hasta encontrar la belleza en el caos y seguir creando.