Nació en General Villegas en 1984. A los 18 se fue a estudiar psicología a Rosario y volvió al año sin título, pero con un montón de letras para su banda de rock. Publica canciones bajo el seudónimo OGA. Le dicen Negro. En 2015 entró por primera vez a un taller literario buscando otra voz. En 2018, en Las Herramientas, encontró un lugar donde sentirse cómodo en la incomodidad de buscar. Su primer relato publicado es Las ganas, en la revista Atletas, en octubre de 2018. Actualmente escribe su primera novela. 

PIRANHA: “SIEMPRE BUSCO MONSTRUOS NUEVOS PARA REPRESENTAR”

Más que un tatuador —aunque sea su actividad principal— Juan Manuel Sancho es artista. Expone en galerías, ilustró un libro en braille, compone canciones, dibuja sobre papel, lienzo, madera y, si hay permiso, pieles. Dice que su búsqueda es desarrollar mundos imaginarios para replicar en imágenes. Por eso, indaga en la literatura y lee, dibuja, piensa, busca hasta encontrar la belleza en el caos y seguir creando. 

LA OTRA HIJA, DE SANTIAGO LA ROSA: EN EL NOMBRE DEL PADRE

Un thriller existencial, corrido de lugar, sin crímenes, construido a través del viaje introspectivo de un joven que acaba de tener un bebé. A partir de la búsqueda de una historia, la propia, más allá de su pasado familiar, incluso en la prehistoria de su llegada al mundo, va develándose la pregunta que tensa la trama: ¿quiénes fueron las personas que nos criaron?, ¿quiénes somos cuando criamos a alguien?

EL NINJA NEGRO

Cuando era chico quería ser grande para jugar al fútbol en la primera de Boca, al básquet en los Chicago Bulls o al vóley en la selección argentina. También quise ser locutor y astronauta. Fui cambiando. Lo único que sostuve más tiempo fue el deseo de convertirme en ninja negroDespués de cenar, practicaba acrobacias de ninja en la casa de mi vecina. Saltaba desde el borde del aljibe altísimo, con los ojos achinados y la concentración aguda  burlándome de la gravedad para acercarme a las estrellas.

SIN REPETIR Y SIN SOPLAR, REFLEXIONES PANDÉMICAS: EL VASO LLENO DE LA NUEVA NORMALIDAD

Desde experimentar en la cocina hasta hacer cursos y talleres, pasando por sincericidios o viajes en bicicleta, la parte escribiente de esta mafia positiva desglosa una lista de hábitos bueno-malos y estrategias de supervivencia adoptadas durante la pandemia. La intención es expandir habilidades, autocuidarse y contagiar eso a quien lea. Entren acá sin inmunizarse para salir con anticuerpos para el tedio cotidiano.

LOS DES AÑOS, DE MARIANO ABREVAYA DIOS: NOMBRAR LO MALDITO PARA NO PERDER LA MEMORIA

Un clima político que ahoga. El gobierno macrista, su nivel de estrago y catástrofe, es el subterráneo espeso que atraviesa este libro, un registro de época en forma de crónica poética para que conste en actas. A lo largo de veintitrés estaciones-poemas, el autor avanza, se detiene, observa y relata para que entre la luz.

NO ES UN RÍO, DE SELVA ALMADA: VIOLENCIA Y ROMANCE CON EL PARANÁ

En la última novela de la autora entrerriana, tres hombres tirotean a una raya desde un bote y eso desencadena el movimiento, como una corriente, de historias presentes y pasadas. Litoral, amor, muerte, territorio y un cierre a la trilogía –que comienza con El viento que arrasa (2012) y sigue en Ladrilleros (2013)– en la que indaga el universo masculino.

UN CADÁVER EXPUESTO, QUE ES EXQUISITO

A esto jugaban los y las surrealistas en 1925. Se hace en grupo. Alguien escribe algo, dobla la hoja y quien sigue arma su texto sin saber qué dice el anterior. La consecuencia es una pieza extraña, lúdica, como esta que hicimos en 2020, pero mostrándole a la banda colaborativa algunos retazos. Caprichosos, por supuesto.

ULTRA TUMBA, DE LEONARDO OYOLA: TRILOGÍA DIVINA DE ZOMBIES, POP Y CÁRCEL

Queen, el sistema penitenciario argentino, una historia de amor y muertos vivos. Nadie más que él podría juntar estas cosas en un mismo universo y hacerlas funcionar. Acá un análisis tan exhaustivo como celebratorio de la última novela del autor matancero que cada día canta mejor.