
No tiene edad, porque vive hace centurias, pero es por siempre joven. Sobre la E. de su nombre de pila, dice: “sabrán a qué refiere solo quienes tengan que saberlo”. Le gusta (no necesariamente en ese orden, varía según el día) la buena literatura, fumar, compartir con el mundo sus descubrimientos, beber, rodearse bien. Es distinguido y trash. Lo dominan sus caprichos y la generosidad. Puso su corazón de jogging al servicio de este proyecto, que comanda con elegante espíritu punk.