CAPRICHO

GATITES & ESCRITORES, UN SOLO CORAZÓN

Aman interrumpir lecturas, atravesarse sobre el teclado o el cuaderno, impedir la visualización de pantallas. ¿Cuál es el sentido de esta dupla?, ¿qué dirían si hablaran? Acá, un ensayo coral de algunos felinos fabulosos que soportan a sus humanes.

POR: E. LOGIAN

Diría que me ama. Ciertamente, diría que me ama. Que me ama mucho. Que soy el amor de su vida. Que no hay nada como nuestro amor. Que nuestro amor tiene siete vidas y todavía estamos en la primera, corazón. Seguro, diría que me ama mucho. Mi gato y yo. Oh.

Sin embargo, sabemos que escuchar estas palabras, “te amo”, no es nada seguro. Por esto hice del deseo de escuchar que soy amado por mi gato (se llama Whisky), mi primer capricho. Y como me rodeo de lo mejor, participan de este experimento gente muy top.

Julián López, que deja claro en sus novelas Una muchacha muy bella y La ilusión de los mamíferos que es experto en el amor y el desamor, comparte mi sentimiento de duda sobre el afecto felino. Vera Giaconi, autora de Seres queridos y Carne viva, apunta a la plenitud de su gato. A Daniela Pasik, que escribe sobre porno, química y terror, además de dirigir esta revista, la obligué a optar por uno de sus dos gatos para hacerlo hablar, y tuvo que
dejar fuera a Carlos Alberto.

Y por supuesto que puse a parte de mi equipo al servicio de mi capricho, porque son lo más. Así que también sumé a Martín Gagliano, María Miranda y Mariana Armelín, del Consejo editorial. Y a otra gente que siempre me gusta tener cerca, como María Paz Tibiletti, periodista de lujo y fabulosa autora de narrativa que tengo en carpeta para pavonearla pronto.

Acá está, este es, el primer capricho de una serie.

GATITA, CATITA. HUMANO, JULIÁN LÓPEZ

Si mi gata pudiera hablar diría: “Julián, eres el hombre más fascinante que he conocido y me has cautivado, como sabes, soy una gata simple y adoro adorarte, eres elegante y sexy. No he conocido a nadie como tú y te aseguro, conozco muy bien el medio de las gatas y sé que eres único, mi cielo”.

GATITO, MAGO. HUMANA, VERA GIACONI

Y si pudiera hablar, cosa que está por pasar en medio de esta cuarentena compartida, el 90 por ciento de las veces pienso que me mira y, que si pudiera diría: “calmate”. Pero dicho con amor y cierta impaciencia.

GATITO, LUIS ALBERTO. HUMANA, DANIELA PASIK

Si pudiera hablar no me hablaría, pero sí diría para sí mismo: “El calor me invita a dormir, ya no soy un gato, me hice esquirla felina en la mesa”. Luego se quedaría dormido y, en la relajación, se le asomaría su colmillo de vampirito. Ya en medio de la profundidad del sueño, suspiraría de placer, pero igual siempre alerta por si viene el malvado Carlos Alberto a atacarlo.

GATITO, CHEGUSÁN. HUMANO, MARTÍN GAGLIANO

“Si para vos el plato está vacío, gritá hasta que te lo llenen”.

GATITO, GATO. HUMANA, MARÍA MIRANDA

“Estoy harto de que no me dejen salir al balcón desde que decidí tirarme por la ventana”.

GATITO, MILO. HUMANA, MARIANA ARMELÍN

“La triple vida me estaba matando. Era Oscar enfrente y Clementina al lado del chino, pero me quedo con esta donde soy Milo, el rey”.

GATITA, PALTA. HUMANA, MARÍA PAZ TIBILETTI

 “¿Qué onda esta humana que no se va más de mi casa?”

ILUSTRACIÓN: PAULA MARIASCH
Muchas gracias por la producción de este capricho, ayuda en la idea general y mil cosas más imposibles de enumerar, a Alexandra Passos y Laisa Tapparo.