CAPRICHO

PARA MUESTRA BASTA UN BOTÓN: UN VISTAZO A LA INTIMIDAD DIGITAL

Una curaduría de seis tweets hechos cuadro arman una caprichosa exposición. Como en una galería moderna, un museo popular, acá hay una cruza interdisciplinaria de escritura, tecnología y artes visuales. Agarren sus copas de vino y pasen a la vernissage virtual.

POR: E. LOGIAN

El primer desafío que impone Twitter es la síntesis. Generar emoción y reacción es un arte enorme que se mueve en un espacio reducido de expresión. A partir de esta idea, stalkeé algunas cuentas que sigo para encontrar una conexión: las palabras justas que dibujen un sentimiento. Esta muestra virtual es una invitación a la cercanía, un chapuzón en lo doméstico y cotidiano que cada quien comparte de forma particular y única. Una ventana de hasta 280 caracteres hacia otra forma de intimidad.

Como resultado final de mi curaduría, presento este espacio en el que la tenebrosa Samanta Schweblin reflexiona sobre la impaciencia y el ánimo a la hora de comer; Martín Felipe Castagnet deja sus distopías por un rato para compartir la genialidad de su abuela; Mariano Blatt parece encontrar poesía en todas las cosas; con su ánimo picante, Gabriela Borrelli desafía a pensar en el amor frente al espejo; Luciano Lamberti aporta su macabra cuota de existencialismo; y, como buena productora y guionista, Javiera Pérez Salerno propone un plan a la medida para este mundo pandémico.

Pasen a ver mi tercer capricho de una serie, una vernissage virtual, pero no por eso menos real. Para la experiencia completa, les dejo un consejo: esta muestra se disfruta mejor si se recorre copa de vino en mano, con el aroma de quesos recién cortados flotando en el ambiente y música de piano acompañando de fondo. Ahora sí, adelante.


Muchas gracias a Samanta Schweblin, Martín Felipe Castagnet, Mariano Blatt, Gabriela Borrelli, Luciano Lamberti y Javiera Pérez Salerno por jugar a este capricho. Una reverencia para Flora Otaño Ezcurra y Martín Gagliano por la producción impecable.


IMÁGENES: GLADYS BIALEK Y FIDEL OTAÑO EZCURRA